El país cayó tres posiciones respecto a 2022 y se ubica en el bloque de naciones con “problemas competitivos persistentes
Ecuador descendió al puesto 13 en el ranking de competitividad latinoamericana 2025 del Instituto de Competitividad de ADEN, registrando un retroceso de tres posiciones respecto al décimo lugar que ocupaba en 2022. Con 63 puntos, el país se sitúa 18 puntos por debajo de Chile, que mantiene su liderazgo regional desde 2013 con 81 puntos.
El estudio, que se realiza desde 2010, evalúa la capacidad de las sociedades latinoamericanas para incrementar sus niveles de bienestar y enfrentar los desafíos de la competencia en una economía globalizada. La medición considera diez aspectos clave: cobertura de necesidades básicas, aspectos institucionales, infraestructura, estabilidad macroeconómica, salud, educación, expectativas de la población, competencia en los mercados, eficiencia en las relaciones laborales y acceso a la tecnología.
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Ecuador, ubicación en el bloque de rezagados
Ecuador se encuentra ahora en el tercer bloque competitivo junto a Paraguay y El Salvador, caracterizado por evidenciar “problemas competitivos que se mantienen en el tiempo y que no consiguen mejorar para avanzar en el ranking”. Esta categorización contrasta con el segundo grupo, conformado por Argentina, Brasil, Colombia, Perú y República Dominicana, que muestran un nivel competitivo medio con desafíos comunes principalmente en infraestructura y aspectos institucionales.
El informe destaca que estos países del bloque inferior necesitan “abordar persistentemente problemas estructurales como estabilidad macroeconómica, infraestructura y seguridad para mejorar en el ranking”. La persistencia de estas dificultades estructurales representa un desafío fundamental para la recuperación competitiva del país.
Competitividad. Contexto regional
Mientras Ecuador retrocede, otros países de la región han mostrado dinámicas diferentes. Colombia y Perú han logrado mantenerse en el bloque intermedio, lo que sugiere que han implementado políticas más efectivas para abordar sus desafíos competitivos.
Chile, por su parte, consolida su posición de liderazgo regional. Uruguay, Costa Rica y Panamá forman un grupo compacto en segundo, tercer y cuarto lugar respectivamente, destacándose por su notable capacidad de recuperación tras la pandemia y fortalecimiento institucional.
